Escritor mediocre

Réquiem final

Sumergido en mi más oscuro
Sueño, deleitando mi miedo, combidandome dosis de locura
En el teatro de la luna

Almas caminando en las lúgubres
Calles de ésta siniestra y amigable
Ciudad, disfrutando el olvido
Y regalando su vino, abren paso a mi bueno destino

Tambaleante pensamiento, arrastrado por notas de un piano menguado, que construye su réquiem en la cumbre de mi suspiro hambriento

Y miro a los ojos, descubriendo
Ciudades dentro, prisiones y muerte en las lágrimas de esos
Decaidos y familiares agujeros

Aire escalandome, mi cara estirandose, mi respiración alterada y Ahora en las subterráneas calles te ofresco
Mi vino y te acompaño bajo la lunática luna.