Me dolió partir de él,
se rompió algo muy dentro de mí ser…
Más que
¡bendición tenerlo por ese espacio de tiempo!
aunque fuese interrumpido por aquellas
cosas que no entendemos del destino.
Talvez parezca niña ingenua, no entiende el dilema.
¿Cómo no recordarlo con cariño, aunque ya no este conmigo?
Si con él aprendí, como huele la pradera,
como un día sin él, se convirtió en un lapso imperecedero,
como el roce de sus manos, musicalizaba mis caderas.
Mi corazón al recordarlo brotó de sí un suspiro;
un suspiro melancólico y prolongado, pero con amor infinito.
¿Cómo no recordarlo con cariño?
¡Si fue bendita esa unión!
Creo que así bendice ‘la yerba al roció’,
pienso que así debe recordar la colina~ el caliente estallido del volcán,
Talvez, quizás, así recuerde un ‘siglo a un día bendito’.
¡Fue tan hermoso estar con él!
Aprendí amar el olor de la lluvia de otro mes que no fuera junio.
Aprendí a bailar sin música,
a que mis ojos negros se convirtieran en su musa,
y
mis labios lo usara para pintar mi ser.
¡Que bendición fue estar con él!
Cada vez que pienso en ese bello hombre;
mis labios se anchan hacia al horizonte,
mis pechos se reasentan a ese espacio donde
nuevamente siento el calor de su piel.
No le quito su importancia,
por siempre tendrá estancia en mis latidos.
Fue él en mi vida un tiempo bendito
que siempre llevare conmigo...,
por todo lo compartido
por el amor y el cariño….
que no borra la distancia.
LeydisProse
2/9/2018
2/9/2018
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