Nos hermanan las carencias
Nos unen las desdichas
Somos uno en las desgracias
Mutilados y desgarrados
Somos un solo lamento
Arrancados y desgajados
Un grito a flor
De cuerdas bucales
Arrastrado
Entre el asfalto y la greda
Un solo quejido
Un dolor continuo
Es el surco amargo
Sobre la piel
Y el alma terreas
Sobre el ladrillo
Y la pared duros
Sobre el aire
Y el firmamento etéreos
Sobre los cristales
Opacos de sucias penas.
Nos hermanan las carencias
Nos hermanan las desdichas
Y las penas
Nos hermana ese alarido horrible
Ese estertor con que las carnes
Se desintegran
Ese chasquido que funde la sangre
Con la pared, con la roca
Con el proyectil que en un segundo
Nos arranca la vida
Nos deshermana
Agrandando esa hermanadora pena
Que se arrastra
Ese abismo que es la misma herida
Que es el dolor que nos puebla.