Un dìa cualquiera de esta mi febril quimera,
y en la serena ternura de mi alma imperfecta,
recordè aquella brisa fresca de primavera,
a aquel ave que diò frutos al àrbol de la encina,
cuando fuese el calor de su cuerpo mi frontera.
Pero que al marcharse, dejòse a mi ser demente,
porque su mundo inclemente, se me vino encima,
y hacia incierto destino, arrastrè agonizante,
yendo sobre las arenas calientes del pasado,
y hasta llegar a la tumba silente del olvido.
Vuelo tras las huellas del perverso amor quebrado,
y con vida, aun en mi sollozante ultimo aliento,
sueño errante, de soñadora mujer amante,
busquè agonizante aquel cruel rastro penitente,
y le dije: ¡te amarè por siempre, amado mìo!
Hasta con las fuerzas de ese mi ultimo suspiro,
así te amaré ¡Oh! ángel de la vida y de la muerte,
y seràs ciego testigo de este amor perdido,
en las fauces del averno nunca prometido,
toda la eternidad con mis únicos sentidos.
Volveré a ser ave de corazón con latidos,
y volarè el universo hasta encontrar su nido,
porque acà el amor verdadero jamàs se pierde,
si acaso pierde su rumbo cuando se ha perdido.
Les traigo mi aporte con universal amor,
para próxima celebraciòn del Dìa del Amor,
de su amiga soñadora Raquelinamor
Febrero 12, 2018