La luna, en un rincón, se mantenía túrgida.
Una mujer despuntó febril, con las garras
en las estrellas, para soportar su luz.
Ella encontró un punto donde dormir los restos, las insanias.
Para al día siguiente, seguir el feroz destino.
Los hombres la querían como a una cortesana
y ella, en intentando sobrepujar la dureza humana
(¡calentorra lucha!),
tuvo sus muslos estropeados en malla de nubes
y sus ríos se volvieron dragones
donde pensamientos pétreos cayeron dorados.
*
en líquidos varios me licúo
lago sin cansancio, de curso variable
vuelta y media resabiado
lecho lleno o con resaca
soy dos lados del mismo lago
ora seco, ora cargado
ora manso, ora bravo
hay días en que rompo las orillas
soy calvario.
*
Mi victima íntima pía.
No cree en el futuro:
pájaro oscuro machucado,
sin arrullo, sin agrado
De tan intimidada por la vida
mi victima íntima pía.
*
La maqueta desprotegida
Se abrió en una sola batida
De párpados en pie de guerra
¿Podría todo el Globo caber en mi globo?
¿Ocular que está en su lugar?
Pues que es globo bobo,
que no acierta en un parpadear.
*
Sólo la pasión trae:
lágrimas en frases, el insomne pulsar distante,
la obscura claridad, un engaño espejado, un antiguo personaje,
el desierto y el miraje,
un pedazo flameante.
Y sin la pasión, se quedan los terremotos constantes,
el dolor y el destierro, lado a lado;
la suavidad y la fisura,
el yugo y el arado,
mi animal más infame,
bajo la piel de un amante.
*
lirios de pétalos aguados
violines y dagas
amor invisible:
toco el fuego y es agua
ciega:
toco su dorso.
*
Ganas de salir a través de los pies
reinventando nuevos modos de locomoción,
creando una belleza incierta
e incorporando el sol del mediodía.
Tengo tanta poesía muerta
que necesito permitir que crezca
este árbol dentro de mí.
*
Me fue dado ver al teatro vagabundo de los hombres.
Tener la verdad adentro y sombras afuera.
Me fue dado vivir el infierno de las promesas vanas,
sabiéndome un trillo sólo de un tren fantasma.
Después, me fue dado el amor real vía aire,
cayendo de otra galaxia, como si abriera una brecha
en mi cuerpo, que tanto se cierra,
en el trascurso de los días en la Tierra.
*
las ojeras vienen de las trincheras
del anfiteatro de los ojos
hay tanta entrelínea
tanta estrella enmarañada
tamaño deseo junto de ver todo
y el tiempo de este espectáculo
¡tan corto!
*
Lo que hice en la vida fue gastar zapatos.
En tierras, arenas, asfalto y piedras
y tirar mi cuerpo saciado por paisajes
dignos de filmes arduos.
¿Qué el universo irá cobrarme?
¿Qué karma será?
Hay lugares donde sólo se camina descalzo.
*
ojos mareados de muerte
un cacto al lado del agua
arrugas
errores crasos
cojo trozos, espinos y espasmos.
*
Un día amante de la sangre
brotado de las entrañas de las tierras africanas
un edema, diadema
donde las mujeres querían lucir
pero solamente un diamente rutilaba,
mutilado y exangüe.
*
Para que me bañes
no hay que tener manos cautelosas
o fuertes corrientes caudalosas…
Para que me bañes
no hay que temer la muerte latente
en mis cicatrices relucientes
Y, como si me recibiera en su casa
cuando me retiro de la batalla,
no hay que tener ni suave toalla.
Cuidado hay que tener con mis oídos,
para que no les entren
poemas antiguos.
*
Las frutas crecen:
Diferentemente y en suelos distintos,
cual los puentes de sus deseos, desmesuradamente,
como ramos rasgando mapas, apurados en una corrida.
Por un lado pierdo el paladar, no hay dulce o agrio.
Por otro, camino días enteros,
sin portar guías, sin ensuciar los pies, sin tanto miedo.
Pero las frutas crecen:
y no sobreviven a su enredo.
*
Vi al aire unos profetas de la calle
en un día en que mi aura
se encontraba toda sucia.
Con los ojos limpios
ellos lucían entre dientes
y miré reflejada,
volviendo un guiño al cumplimiento,
fue un segundo de reconocimiento…
Pasamos hambre de afecto
y aún se hace honor a esa tal luz.
Ella sigue allá, esperando para ser encendida:
en un escalofrío
en un pedazo de pábilo
en un juego cruel
Aún se hace honor, a esa tal luz.
*
luna nueva:
la casa limpia
el tiempo dulcemente
retirado de la cueva.
luna nueva:
primera soledad
con alivio
vívido exilio.
se abrió una rosa.
*
y al que me busque:
una ausencia en vestido arrugado,
con ojeras en el tejido.
un paquete desaparecido.
tempestades interdicciones surcos descreencias,
una fuerza de destrozar pulmones,
un retrato vago.
una pregunta escondida.
el arrepentimiento, la no justificativa.
la mirada harta y desolada.
la consciencia golpeando espadas.
el cuerpo perdiendo las alas.
y al que me busque:
mejor quedarse en casa.
*
Ese amor de hombre
es un cacto delicado,
en su robustez de guerra
y los espinos que me entierra.
En el conforto del espacio vacío
pierdo las ganas de mirarlo.
Vuelvo a cuidarme
Y, cuando él pasa a me observar,
Ya no creo más
en todo que estuve a soñar.
*
«¡Agárrame! —pedí al mar— ni siquiera una lambida!»
«¿Cómo esto puede querer entrañarme?»
Forjome un bicho acorralado, que ni sabe dónde está.
Retengo la respiración, en la arena él me posa
como cosa preciosa,
como quien bota las piezas en su puesto.
«¡Tómame!» — le ordeno.
Él siempre me devuelve...
Entonces me cambio en:
estrella quebrada
arena azulada
pétalo sediento
que quiere finalmente entregarse…
pero el mar no se alimenta de nada
«¡Tómame!»
y los cuerpos él remueve.
*
Cuando saqué la armadura
descubrí un cuerpo de plumas
que fueron esparciéndose
por los tejados de numerosos pueblitos
y cayendo sobre los rostros tendidos
que maldecían a las tontas palomas.
¡Y todo lo que ese viento escupe en nuestra cara!
Estuve en el cielo y no quise otra casa
e inesperadamente avisté el vivero, donde morabas.
*
Meteoros me alcanzan en poemas
Puede ser
que no necesitemos
precisar
Puede ser
que lo helado se vuelva agrio
alado blanco
y las previsiones dirán:
¡Acertaron!
Pero fue apenas un momento de
e x p l o s i ó n
*
En el principio era la verborragia
borrando la escucha
después
rodeando
quería estar siempre por arriba
y ser digitada:
letras lado a lado
y s e p a r a d a s
pero la cosa se volvió tan aguda
que por fin
me torné abrev.