Esteban Mario Couceyro

La boda

Los llevaron al amanecer

con las primeras luces

las dos familias

a hombros los cargaron

el silencio de sus bocas

era lento

tanto como el caminar

de tan penoso cortejo.

 

Por delante

ella amortajada

de blanco vestido

en caja de tablas

a hombros de sus hermanos

por detrás, él

vestido con lo mejor

las mismas tablas

sin herrajes

hechura de apuro

quién podía pensarlo.

 

En el pueblo

con barrotes de celos

yace entregado

en cadenas

el que no pudo soportarlo.

 

Pero la boda

se hará

en tierra

juntos y de la mano

se casarán.

 

Será testigo la luna

y las estrellas

en el frío invernal

bailarán

ese vals

que nunca se ha de tocar.