(I)
Canto sereno, impuro y claro...
se desnuda en la fuente de los días,
entre labios deshojados de caricia...
por el éter desbocado de su espina,
y en las cartas...
amatorias del destino,
pasionarias...
deslazadas por su herida.
(II)
Melancolías vividas en otoño
y de armiño...
mi invierno aún se aturde,
ya se enhebra la hoja de la aurora
desnudada en la esfera de su ubre.