Podrán pasar los años
y olvidar los floridos campos
donde mi niñez jugaba al sol,
pero jamás aquel amor primero
en un catorce de febrero.
San Valentín memorial
Santo Embajador del amor
de pareja, de amistad, espiritual…
que se da con el alma y su fulgor,
El mío se marchó una madrugada
pero sigue viviendo en mi corazón,
más allá del bien más deseado,
de la vida, de la razón.
Donde todo es poesía,
plenitud, belleza y armonía,
donde se detienen los días
y no existe la melancolía.
Quiero llegado el momento
marchar rauda a su encuentro
para volver a sentir sus besos
en mis labios sedientos.
Amarnos como entonces
sin reservas ni condiciones,
viviendo las dulces sensaciones
que embriagan los corazones.
Y cuando en esa otra vida
de nuevo nos encontremos,
tú, mi amante, yo tu amada,
abrazando nuevos sueños.
Podrán parar los años
y olvidar los floridos campos
donde mi niñez jugaba al sol,
pero jamás aquel amor primero
en un catorce de febrero.
Fina