*En la cena:*
__Me debeís una disculpa:
(Monseñor está cavizbajo)
__¡Miradme cuando os hablo!
(Bella Dama parece estár terriblemente irritada)
__Lo siento.. No debí dudar de vos.
__¡Por supuesto que No!
__Disculpadme un segundo.
__¡¿Qué?! ¿¡A dónde vais?!
__Voy al baño.
__¿En medio de la charla?
__Disculpadme.
*En el aseo*:
*Monseñor comienza a llorar y trata de tomarse una pastilla*...
*No lo consigue y llora aún más*
....
*Alguien llama a la puerta y se escucha* *¡Vamos, estáis tardando!*
*Se oyen sollozos*
__¿Jaime?
__Marchaos, solo doy pena.
*Estruendo*:
___¡¡Aaaah!!
__¿¡¿Por qué lloráis esposo Mío?!?
__Por que... por que...
los celos me han consumido.
*Lo abraza*
__Eso os hace más humano. Perdonad si he sido demasiada dura o brusca con vos. Tan solo quería daros un escarmiento. Estad Tranquilo Monseñor. Si os sirve de consuelo, la cuenta la pagamos a medias, y; no dormiréis en el sofá, ¿Sí? Ahora sonreid para mí.
*Cavizbajo de nuevo*
__El hombre del cual yo me enamoré sigue aquí, llore o ría y... Jamás podré amar a otro que no seais vos, vos, y solo a vos. Sois lo que más amo en todo el planeta, si algún día os soy infiel, creedme que podreis desquitaros conmigo.
__Lo lamento, no soy lo que esparábais, ¿Cierto?
__¡No, eso no es así! Sois de lo que nunca imaginé, sois tan puro, bonachón y aunque muchas veces hagais el paripé, siempre me rio con vos. *Con sus pequeñas manos seca las lágrimas de Monseñor*
__Miradme *Le dice al oído* ¿Vos sois mi flamante Monseñor, ó sois solo Jaime Guapo?
___Ya no sé ni lo que soy.
__Vos sois mi marido, recordarlo siempre.
__¿Siempre?
__Siempre siempre siempre.
*Acto seguido lo toma de la barbilla y lo besa*
*se separan*
Monseñor dice:
__Vuestros labios saben a fresa...
__Me alegro de que os guste, mi amado Monseñor.