Tendría que estar en tus cantos felices;
Tendría que estar para verte reír;
Tus ojos oscuros guardan la memoria,
Nubes embriagadas de un cielo tan gris.
Te siento llamando a un muerto Facundo;
Te siento entre fango, pequeñita flor.
Y en lugar de besarte: tus cicatrices;
me rio del fuego y me alejo de vos.
Lucha,
niña de los cantos, lucha sin fusil.
Si estas desarmada no voy a acudir,
no voy a acudir.
Lucha,
Sonríele al mundo, y huye de mí.
Si caes en mis manos venderé el marfil
venderé el marfil.
Sabré de tus lejos cuentos y leyendas;
Sabré de pañuelos y tu irte a dormir.
Serás la sequía, el viento, el crimen;
el cuervo que sabe que temo vivir.
Lucha,
mi joven gaviota, no vuelvas aquí.
El puerto esta en vela por verte morir,
por verte morir.
Lucha,
Si pudiera darte agua en tu raíz,
Si en lugar de Troya yo fuera París
Algo para ti.