Desde la encina caída miro
el camino que serpentéa
y se pierde en el olvido
se duerme el mochuelo en el olivo
la tarde garrazpéa y la luz
del sol se recrea, sentidos
el alma es poema, divino
te espero en la palma de mi mano
Miguel, un fuerte abrazo de hermano
nos vemos cuando quieras amigo...
Y soy como el aire para estar contigo
y sentirte y abrazarte y besarte
a la sombra del olivo
cuando muera la tarde
caminamos por el camino
buscando la luz del alma
y escarbamos en tu huerto
y soñamos en tu higuera
la cebolla por alimento
y en el mar cultivamos amapolas
dejando atrás el sufrimiento
jugamos con caracolas
en los pegásos del viento
enterrados en las olas
del amor y del tormento
sin cárceles ni lamentos
cantando a los palomares
tú dormido, yo despíerto
y daré tu corazón como alimento
a la espuma y a las olas
y voltearé la palva contra el viento
curando tus heridas con mis manos
abriré la puerta, de tu llaga perfecta
entre algodones de amor, hermano
el Rayo de metal ya cesa
y el carnívoro cuchillo
sobre tu fotografía
el limón ya está amarillo
y la pena es mas umbría
llorán los hortelanos
y Ramón Sijé, al que tanto querías
te espera, a la sombra de las palmeras
de tu Orihuela querida
a mi me huéle el aliento y a tí la herída
y como cebolla como alimento
soldado de amor, para la libertad
florecerán besos y amapolas
en la tierra gris, que te cobija
como el mar que tu desójas
todo se alcanza en la vida
sembramos en el barbecho esperanzas
recogiendo la cosecha día a día
en la era de mis ánsias
dame la mano y camina
como Lazáro sal
por que te espero en la palma de mi mano
un abrazo fuerte de hermano
nos vemos cuando quieras, amigo...