Allá donde habitan tus pasos
la brisa remoja los sentidos
evocados y fértiles.
Embrujados ojos hacen eco
la noche fría de la espera
y ruidosos murciélagos desnudos
van cantando los versos de amores inciertos.
Allá donde habitan tus pasos
los recuerdos llegan como aurora de noviembre
cual ráfaga infeliz me condena a la muerte.