Qué bien se siente, que ya no estés en mi subconsciente.
Qué bien se siente ya no extrañarte.
Es excelente ya no sentir dolor al no tener tu amor.
Se siente bien no necesitar el sonido de tu voz o el palpitar de tu corazón.
Qué sabor tan dulce tienen mis labios, al no tener tu sabor amargo.
Se siente bien verle color a la vida, poder sonreír sin miedo a mentir.
Qué excelente es no tenerte, ya me da miedo volver a verte.
Quiero sonreír sin parar, quiero gritar que ya no estás.
Esto es lo último que escribiré pensando en ti.
Gracias por ya no existir.