Simón cumple hoy 80 años, pero no lo recuerda.
Bajo el ardiente sol de “La Mulata”,
en la tierra tostada de inclementes veranos,
abre surcos y suelta la semilla…
En algún lugar alguien canta:
“…ahora ya caminas lerdo…”
El sembrador no escucha,
avienta la semilla.
Vino por caminos distantes,
ahítos de veranos,
marchitos de nostalgias;
cabalgó el mar en las tormentas,
venciendo pesadillas y arrullando sueños.
nada lo detuvo;
las ráfagas de viento que agitaban sus velas,
arrasaban los bosques en fiero desafío,
pero Simón, altivo, no bajaba la frente,
apuraba sus pasos
por ciénagas crispadas en penumbras de miedo,
por bosques y cantiles,
por desiertos de arenas,
bajo soles ardientes que calcinan el alma.
Sus manos escalaron la redondez del mundo,
en el tibio corpiño de unos senos turgentes,
la sombra que lo escolta no opaca su figura,
sus retinas fulguran de amaneceres nuevos…,
porque hoy nos festejamos en su risa de almíbar,
en el metal sonoro de su palabra buena,
y en los bíblicos acentos de su nombre,
Padre, Abuelo,
Hermano y Compañero,
pescador de anclas y de estrellas,
de lunas y de nubes que van aguas abajo,
prisioneras del mar, espejo del lucero,
por donde van sus ojos madrineros sueños….
La Mulata, Ureña, Venezuela, Estado Táchira, 17 de diciembre de 2006.
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