Soñando con tus besos, me distraje en el mustio silencio,
Y observé cada uno de mis sueños... y te evoqué;
Te contaré, que tus hermosos ojos negros,
Han sembrado, una hilera de gardenias sobre mi pecho,
Y que la sonrisa de tu perlada boca,
Ha bañado con tersura, las semillas de mi ansiado aliento.
Te contaré, que en medio del desierto de mi alma,
He atisbado el oasis de tu compañía,
Y en mi delirio de la sed, por amarte toda,
Recogí del viento una tibia, y asoleada brisa,
Para acercarme a ti, y fundirme en tu tierno abrazo,
Con el más preciado tiempo, antes de que muera el viejo día.
Te contaré, que en mi amarte a solas, en mis noches solitarias,
Me pongo a contar, a todas las estrellas,
Algunas son azules, y otras de rojo intenso,
Pero ni una sola de ellas, llevan el negro de tus ojos bellos.
Estoy soñando con tus caricias sobre mi rostro,
Desdibujando a todas las cicatrices, que en mi piel anidan,
Y se funde en mi piel tu tibio tacto,
Que me renueva, me calma. y cura mis heridas.
Soñar no cuesta nada,
Ni aún si sueño que te robo un beso,
Soñar no cuesta, ni un grito, ni mucho menos el silencio,
Soñar contigo, es una luz que me ilumina cuando despierto,
Camino entre las sombras apacibles, del color de tus bellos ojos negros.
Te contaré, que eres mi secreto,
Y no se sí amarte o morir en el intento,
Porque el cielo de ti, está en los luceros,
Que iluminan mi calma… cuando sueño, con tus bellos ojos negros.