Kashdaro

Kizar

 

La melodía del que será, me toca en luna llena,
ciego en la nada, sordo sin tacto, la esperaba.
Eco hace su tonada, armonizo con reproche.
¿Será que pronuncié mal su nombre, o de noche lo adoraba?

 

Yo con el aroma del invierno, camino y resbalo.
Recitando dolor, pies cansados, en siempre soñar.
Gestos puros, sin intenciones, me mostraba.
¿Será que en su verano, se cultiva mi callar?

 

El que será y su belleza, inundan conversaciones,
asiento con la cabeza, ahogado de ignorancia.
A flote buscaba agua, en un mar de arena.
¿Será que sabe, que me sacié de arrogancia?

 

Al dibujar su corazón, me quedo en el intento.
Más de su toque sincero, no estoy exento.
Del que será conozco mucho, poco y nada.
¿Será que en mi alardeo, de lejos me miraba?

 

Osadía es imaginar que lo sé,
Osadía es imaginar que no lo sé.
Aquí en humildad, me atrevo a sospechar,
que será, es.