cuando mis espacios ahora ocupados
por materiales provisionales
al fin se encuentren poblados
por tus formas
no habitaré más
como un hombre de barro
y mi hogar se levantará
entre tus partes
cotidianas y breves
y a partir de allí se cumplirá
la norma
de nunca empadronar períodos de lluvia
y mi respiración tendrá
acceso directo a tus manantiales
aquellos que hoy por separados
de tu refugio
de jardines solares
se han aislado del beneficio del cielo
voy a recopilar de las calles dispersas
un conjunto de fechas
rodeadas de pozos
sin escaleras
hasta que la vecindad
de tu especie diaria
me adquiera
todos los pisos
con carácter de inalienable
y mi casa a largo plazo
no tendrá cercas
y tus áreas
en sufragio permanente
se extiendan por mis linderos
y los días invariablemente
tengan un censo ligero
donde solo contemos los dos