En los surcos de la piel de arcilla
reposan tibios los días y las noches frías
fábulas de verano de serena lumbre
y alegorías de invierno sobre olas de escarcha
La fronda transpira silenciosa
acallando el grito de los siglos,
los crepúsculos retornan cada día
en bandadas de sombras peregrinas
pintando el boscaje de color tranquilo
< resplandores que incendian los sentidos >
El corazón silvestre palpita estremecido
marcando el paso de la lluvia que baña
y el trino de las aves cubierto de rocío
Junto a vuelo de salmón en las cascadas
y la sonrisa de puñal de los caimanes
viajan los sueños azulados de los hombres
navegando entre las dudas que corren en el río
hasta perderse en el vasto reino de los mares
La procesión de ilusiones se ha extraviado
en los sombríos senderos de la desmemoria
quimeras que aún guardan las huellas del pasado
< epitafios que nos recuerdan que la vida es eterna
y que no se detiene aún delante de la misma muerte >