Antojo, de tu indiscreta mirada
que recorre mi cuerpo y escruta el alma.
Ansío ese roce sutil y cuidadoso
Que lleva a desplomarme en arrobo.
Anhelo tu palabras envolventes
que me llenan de locura mi mente.
Apetezco tu sonrisa imprudente
que extravía mis sentidos inocentemente.
Antojo, ansío, anhelo, apetezco...
¡Quiero!, siento que te pertenezco.
Es imperioso verte y poder tenerte
Que me toques y me beses nuevamente.
¡Ven!, acude a mi llamado,
No puedo manejar este arrebato.
Entre sombras de melancolía,
me deja tu intermitente lejanía.
Paso los días sintiendome perdida,
Quiero estar entre tus brazos protegida.
Escrito 07.09.2016
Modificado y editado 15.02.2017