Almas de dos vidas;
Que se encuentran a escondidas,
Desde eras ya pasadas,
Porque están enamoradas.
Ambos se encuentran en sueños,
¡Sí!, solamente en sueños;
Pues el destino aún no ha querido,
Que en esta vida se hayan conocido.
Y en este sutil plano,
Los dos tomados de la mano;
Él le dice: “¡Siempre te querré!”
Ella responde: “¡Toda la vida te esperaré!”
Y así se encuentran unidos,
Mucho más allá de los sentidos;
En amor puro, ¡universal!;
En un abrazo inmortal.
Y así del sueño despertarán,
A este mundo volverán,
Esperando a que se encuentren,
Sus caminos nuevamente.