Transito entre la multitud.
Pasos flotantes.
Mis pies de algodón.
Me abro paso entre uno y otro y otro desconocido.
Van deprisa en los pasillos de la universidad.
Gritan desesperados.
-Voy a clases
-Me deja el bus
-Tengo que irme
Son títeres manipulados por el tiempo.
Poseen un cronograma mental que obliga sus cuerpos a trabajar a toda marcha.
Sin parar. Sin medir. Sin respirar.
Trágicos pasajeros de la vida. Atareados y perdidos.
No se detienen a observar el horizonte de éste espectacular atardecer.
Mis venas no llevan droga. No estoy loca. Protagonizo una película donde me rodean rostros ajetreados que pasan veloces a mi lado.
En cambio, yo camino lento en medio de ellos pero con firmeza. Nada me detiene.
Le escupo al tiempo que no soy su esclava.
Yo soy mi propia dueña.
Me dirijo al lugar que quiero y en el momento que quiero.
No me dejo seducir por el déficit fiscal, la economía en quiebra o los rumores de que mi país va para la fregada. No dejo que la calificadora de riesgo Fitch Ratings con su BB negativa me perturbe.
Yo soy mi dueña. Dueña de mis sueños, dueña de dirigir la mirada hacia adelante.
Soy capaz de cambiar el mundo, de dejar mi huella.
¡Si! Yo soy mía.
No soy de ningún imbécil que me baja las estrellas para coger un rato.
No soy de ningún jefe que me grita para cumplir una venta.
No soy de ningún amigo que me cambia cuando se aburre de mí.
Yo soy mía. Yo soy mía.
Me amo y llegaré lejos.
Las dudas y temores que ayer me paralizaban están sepultados a tres mil metros bajo tierra.
Desde que elimine las compañías y vicios tóxicos camino erguida y con la frente en alto, con humildad pero con el orgullo suficiente para decir NO cuando me siento incomoda.
Tengo la capacidad de mandar a la mierda a quien intente menospreciar mi esencia.
No soy frágil, no soy quebradiza.
Soy fría, soy fuerte, soy un roble.
Soy la mejor versión de mi misma.
No es que sea cruel, sin embargo, si llegas y no agregas valor a mi visión del mundo te deshecho sin remordimiento.
Sino contribuyes ni satisfaces mis deseos emocionales e intelectuales solo obtendrás un adiós.
¡Oye mi amor!
Afectas mi funcionalidad.
Me he tomado el rato para analizar si realmente te necesito para ser feliz.
Pero no, eres un parásito que se alimentó de mis debilidades.
Desperdicié mi tiempo, energía, dinero e ilusiones en alguien que no lo merecía.
Ya no tienes poder sobre mis decisiones ni mis sentimientos.
Te resumo respetuosamente que por fin ya no te amo.
Demoraste demasiado en llegar con una nueva actitud.
Demonios ya no quiero que vuelvas.