Adrian Labansat

REMEMBRERO NOCTURNO

El instantero afilaría su garra

agitando la oscuridad entre lunas rojas,

ciertas apariencias flotan como una fragancia,

la noche pudo haber sido su hacedora.

 

Llamo para rebrotar el incendio

en la carne ovalada y hollada

de cenizas descorazonadas,

una multitud de sueños,

muertos retorcidos por el fuego.

 

Fueron huesos sobre hojas amarillentas

escritas con su sangre,

una solitaria expedición de descubrimientos

ininterrumpidos de descensos y asunciones

que tendrían su estallido final

hasta el punto donde culminaría todo.

 

Algo queda aún encendido en las recordaciones,

su refulgencia, es la transfigurada presencia,

todo me existe para que exista.