Tengo la paz atravesada en el cuerpo,
duelen estos dedos de tanto meditar.
En un mundo paralelo,
dos almas se encuentran en el río,
caminan en silencio,
sus cuerpos se han echado a dormir,
atados a dolores injustos.
En aquel universo donde sólo estos seres internos,
respiros profundos y manojos de sentimientos se encuentran,
planean una solución.
En este mundo paralelo en el que estamos heridos,
nos abrazamos en la calma,
esperando que salga el sol.
No hay cobardía,
no hay vergüenza, no hay razón.
No me saques de él.