Me da dolor tu muerte tan temprana
yaciendo recostado en pedestal,
-en Santa y milenaria Catedral-
duermes eternamente sin mañana.
Glorioso es el honor que te engalana
valiente, caballero muy leal,
luchaste contra el moro tu rival
en tierras de Granada la sultana.
Enhiesto cabalgando en tu corcel,
con la cruz de Santiago en son triunfal:
flecha de muerte te alcanzó Doncel
llegando en flor de vida tu final.
Y divino escultor y su cincel
al esculpir te hizo ya inmortal.