ivan semilla

Hoy, un beso

No hubo mamarracho donde no se advitiera un indicio para colar tu nombre.
Hasta cuando tachaba me enojaba conmigo porque no te alcanzaba ni siquiera en las comas.
Una y otra vez empezaba tratando de delinear sentimientos,

inventando una fuerza
que represente exactamente el amor que te tengo.
En el calendario se caían los días sin obtener el verbo
y las horas volaban como ese parpadeo donde los ojos secan.
Nada hubo de claro que quedara limpito
para tallar estrofas
y encontraba adjetivos

 viejos,

toscos,

gastados
y de andar remanido.



¿Como nombrarte amor?
si mi hoja tan blanca se vestía de viuda
con su alfombra tan negra;
¿y embellecer mi prosa?
si no pude en lo interno
contener una rosa
que desplace tus perlas.



Amontono las hojas
y termino el sendero
sin un fin ni un regreso
y mi tácita letra
que no sé dibujarla
te la doy en un beso