Ella es un capricho, más que un deseo, y a pesar de que un día la amé, hoy no es sino el recuerdo que, a veces, me hace sonreír.
Ella no fue el comienzo y en estos momentos no es el fin, de mi camino en el amor, ya que si bien, era un buen camino, ahora me parece que hubieran sido malos pasos.
Ella ha sido una estrella gigante, en mi, pero bueno, lastimosamente, no solo veo estrellas, por más grandes y magnifican que sean, en este que es mi universo.
Ella es una palabra, que pretendía darle sentido a mi oración, no obstante, hoy solo es la palabra, que finaliza mi falsas esperanzas y le dan comienzo, a la gran felicidad.
Ella es una ilusión, que nunca fue verdad y que lleno de mentiras, los sueños de amor, que habitan en mi.
Ella es lo que siempre quise, agregando le del mismo modo, eso que nunca necesité, es un beso lleno de dolor, que me enseñó a comprender la relatividad de las cosas, por ejemplo : de los placeres.
Ella es un maravilloso mundo, en donde yo no debía estar, no son cadenas, en mis pies, son alas en mi sonrisa, que me hicieron saber, que estaba en el lugar equivocado.
Ella es una rosa que no tuvo relevancia, en mi vida de ruiseñor y si bien, estuvo clavada en mi pecho al brillo de la luna, al parecer nunca existió un joven estudiante, a quien dedicarla.
Ella fue un instante, que no pudo acompañarme en la eternidad y aunque de segundos sabia, muy poco valoró el tiempo,
Ella ya no es nada, es más, sé que nunca se mereció ser un algo en mi, pues yo nunca fuí lo anhelado en ella, solo lo que por capricho dejaba vivir, aun sabiendo la inminencia de la muerte, y de la burla por consiguiente, de su parte, la negativa.