Creia que tu tiempo era mi tiempo
pero solo de él, unos minutos tengo.
Creia en tus palabras, no en tus silencios,
pero de ellos, solo si acaso escucho el eco.
Llegue a creer que mis caminos son tus deseos
y encontré al final de la vereda el muro
que pusiste con tus recuerdos y
tu plaza en sombras, donde no juego.
...Ahora voy sabiendo entre amarguras...
que tu tiempo...ya no es mi tiempo.
La nieve está en su ventana...
en su ventana la nieve;
de la mano del invierno
el viento barre la plaza...
la lluvia no se detiene.
El reloj pierde sus hora
la noche muere de sueño..
La nieve en la ventana
lenta se va derritiendo
y el resplandor de la nieve
golpea a los luceros.
Cierra niña los postigos
y abre la flor de tus besos...
Sobre la plaza empedrada
en el morir de la noche
la nieve sigue cayendo.
J.C.