Con sombras bajo los ojos y negrura bajo la piel.
Con experiencia y tristeza, y con valor del que no quedaba.
Doy un paso a delante, puño en alto y frente alta.
Y si el mundo quiere arder por una mujer en revolución que arda.
Y si el mundo quiere acallar nuestro coro de justicia que lo intenten.
Y nosotras somos el mundo y merecemos nuestro legítimo lugar en él, sin miedo y sin dolor.
Porque somos unas cadenas en peligro de extinción y un alma que no se calla.