Mi amiga la luna viaja conmigo
en tu notable ausencia
haciéndome su amigo.
Me alumbra permanente,
me habla en silencio,
me mantiene caliente
con sus luces titilantes.
Deslumbrado me dejaste
con tu partida a destiempo
mi corazón delirante
se refugió en el campo.
Si no fuera por la luna
esa entrañable compañera
se me agotaría la fuerza
en esa ruta de pereza.
¡Oh! Lunita que ha pasado?
te estás desvaneciendo
mira que esta amaneciendo
y te sigo agradeciendo.
Un poema del “Poeta que no sabe de Letras”