No podía creer
el atrevimiento de mi corazón
a semejante sentimiento.
Podía sentir
todas esas cosquillas en mi cuerpo
No había forma de evitar mirarte.
Sin considerar peligros,
ya no había vuelta atrás.
Aprecié tu rostro próximo al mío
y sostuve en mis ojos
el mejor paisaje.
Entonces desperté
sintiendo toda esta fascinación por ti.
Me sometí al miedo que da amar.
Solo por ti voy a permitir
que acaricies y contemples mi alma,
en tus manos descansa en paz mi corazón
lleno de cicatrices
que gracias a ti se deshacen y
enmiendas todo dolor y sufrimiento.