Al pie del León Dormido, entre las sierras
de Codés y de Cantabria o de Toloño,
a distancia muy escasa de Logroño,
se desborda la hermosura por las tierras
que desde Meano, el mirador altivo,
por su falda de verde trigo, descienden
hasta Yécora y Viñaspre y ya se pierden
por el campo ocre alavés, viña y olivo.
Paisaje de ensueño que a quedarse invita
y, si acaso eso no es fácil de cumplir,
cuando menos, bien merece una visita.
El paraíso entrever me ha parecido,
por encantos que no acierto a describir,
pero se hallan al pie del León Dormido.
Xabier Abando, 21/05/2017