Ernesto Marrero

Los susurros de la existencia

Hay voces cálidas, de suave terciopelo,

que acarician el alma y la enaltecen,

voces que nacen de los astros dorados del aliento

y flotan en las nubes más altas.

Pero también hay otras que muerden

y te despedazan con sus filosos colmillos,

voces que nacen frías, despectivas y punzantes

a veces burlescas y sarcásticas

 

Hay voces sabias, que con su silencio

irradian melodías y encienden los astros del universo,

pero también hay voces cómplices,

voces que callan como lóbregas tumbas

ante las injusticias y atropellos

 

Hay voces certeras, de concreto y bronce,

que cimientan los pilares del pensamiento

y se eternizan en las hojas de la historia.

Pero también hay voces malditas,

voces de humo que engañan y prometen paraísos

aunque se escondan en el azufre y el excremento

de la mentira y la viscosa falacia

 

            Hay voces que resplandecen en mis recuerdos

            y voces que jamás quisiera recordar    

 

De mi poemario: El Tiempo y su Legado