Ustedes, puras alas
que aguardan en su silencio
a que un pintor retrate
un globo de agua y barro
en su anatomía
o que un poeta escriba
un juego de garabatos
sobre sus pieles
déjenme revelarles
que su interior
trémulo se mantendrá
durante veranos de escarcha
y otoños rejuvenecidos.
Volverán de donde vinieron
como hijos de ustedes mismas
para que tras otro descanso
continúen con el ciclo enmalecido.
Porque como el ser que les creó
son vagos intentos de ustedes mismas
como el hombre un mero intento
furibundo y doloroso
de otro hombre que como él
trató de librarse de aquella condición.