Hijos e hijas del bien y del mal
caballeros de cuero y metal,
valkirias de la pasión y la justicia,
la muerte es aliada nuestra,
condición que nos vuelve inmortales,
la luz nos permite, la rebeldía
e irreverencia, la oscuridad
nos reúne bajo las exquisitas
y esquizofrénicas
melodías estruéndicas
de cuerdas de acero
a un volumen brutal
consumando el satánico plan
que los Héroes del Metal
nos conceden desde
las plataformas
colosales del Olimpo Astral;
sangre y sudor se unen
en la danza violenta
que la pasión desborda,
adrenalina mordaz que,
inexplicable envenena al alma,
sin mandamientos, leyes
y absurdos estereotipos,
recorremos en total libertad
las carreteras, retando al destino,
al tiempo a gran velocidad
arrebatándoles su sofista
filosofía del futuro;
gritos de batalla
que desnudan a la mentira,
que asesinan a la corrupción,
hijos e hijas del bien y del mal
nacidos para pelear
con causa justa
sobre las aberraciones
de una sociedad, materialista,
consumista y segregante;
hijos e hijas del bien y del mal,
la luz nos permite, la rebeldía
e irreverencia, la oscuridad
nos reúne bajo las exquisitas
y esquizofrénicas
melodías virtuosas
de cuerdas de acero
a un volumen brutal
consumando el satánico plan
que los Héroes del Metal
nos conceden desde
las plataformas
colosales del Olimpo Astral,
sin mandamientos, leyes
y absurdos estereotipos,
recorremos en total libertad
las carreteras de la vida,
luchando, defendiendo, todo,
cuanto las mentalidades frágiles
no pueden comprender, ni entender,
protegiendo y manteniendo
la verdad, la honestidad,
la naturaleza, el equilibrio,
por ser nosotros el sexto elemento
de la eternidad en este mundo.