Escribo justo aquí bajo la frondosa ceiba llena de inspiración
Sobre el verde pasto acobijado por un delicioso manto de aire fresco que arrulla mi alma.
Mirando al cielo veo entre las nubes tu tierno rostro dibujado
Y en el viento, la magia de tu sonrisa, que me llena de esperanza.
Un suspiro nace de lo muy profundo de mí,
Hablo cual poeta soliloquio mientras escribo tu nombre,
Una anciana que disfruta del atardecer
Me mira acostado bajo la ceiba hablando como vagabundo.
Hablo un lenguaje desconocido, hablo un lenguaje angelical
Hablo el lenguaje de Dios, hablo el lenguaje del cielo,
Hablo del viento, hablo del lenguaje de tu profunda mirada,
Del encanto de tu sonrisa, de tu belleza, hablo de ti y de mí,
Hablo con el lenguaje sinfónico de poeta a tu bello corazón.