Tus hermosos recuerdos de ayer,
los trajo el río en su raudo pasar
y yo corro el riesgo de desfallecer
si tan solo me atreviera a mirar.
Eres tú la más bella historia,
que contaron mis vírgenes bosques,
bien guardado en mi memoria,
ese fuego que busca tú sofoques.
El viento me abraza con fuerza
y siento la calidez de tus brazos,
quedo deseando que mañana vengas
y escuchar en mi puerta tus pasos.
Insiste mi pecho en poder amarte
como agua de río contra la roca,
entre atardeceres, disfrutar mirarte
y besar esos labios que me provocan.
Las diáfanas nubes vendan el cielo
y no lo dejan que por ti llore,
allá en lo alto aseguran mis anhelos
y no permiten que tu pecho explore.
Trinan las golondrinas, llora mi alma,
su canto me ayuda a no desfallecer,
y fronteras ponen que encalman
mi pasión por ti, mi amor storgé.