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Por ti mi bella estrella,
alegre, alzo mi pluma temblorosa,
pues mi presente día
tiene la luz cansada y vanidosa.
Adorada centella
que delatas en noche oscura y fría
ser mi único tesoro,
quizá no te has fijado,
pero bañas en oro
todo el tiempo presente, y el pasado.
Fuente de luz que llegas hasta el suelo
y haces de mi jardín, un grato cielo,
sueles aparecer
luciendo tus vestidos de oro y plata,
y es entonces que un halo de placer
rodea mi campiña.
Confieso que este brillo que me aniña .
despierta de manera amena y grata,
a un viejo que te quiere
y a una pluma gastada y en declive
que por la noche vive
y con la aurora, muere.