Amarte, mi pecado de costumbre,
es furia desatada en sentimiento,
enconado huracán de lluvia y viento,
delirios encendidos como lumbre.
Amarte, coronar hermosa cumbre,
viviendo con el ansia de tu aliento,
gozar de tu presencia en el momento,
y darme sin ninguna incertidumbre.
Amarte, es una mágica aventura,
de noches estrellado firmamento
regándote de besos con locura.
Amarte, es alegría y sufrimiento,
frenesí que ningún elixir cura
el néctar de los dioses, mi sustento.