Como árboles que crecieron juntos
Adornando un mismo prado
Respirando el mismo aire
Pero sin tocarse jamás
Así nuestras almas, se cruzaron
Nuestros cuerpos se adivinaron
Nuestros ojos se llamaron
Nuestras voces se buscaban.
Quizás pudimos cogernos las manos
Y caminar asidos hacia la felicidad
Pudimos hacer de las flores nuestro aroma
De los colores nuestro nido, del aire una melodía.
Tal vez quisimos fundirnos en un tierno beso
Ofrendar nuestras vidas en un solo altar
Envueltos en la vorágine del amor
Pudimos ser lo que nadie fue.
Quizás pudimos soñar juntos
Atar nuestros pensamientos
Alear nuestros sentimientos
Y hasta perecer juntos
Como los árboles que nunca se tocan
Aunque tal vez en verdad se aman
Soñando despiertos o dormidos
Tejimos ilusiones, sembramos pasiones
Como las estrellas que juntas brillan
Aunque están muy distantes
Unimos nuestras soledades
Buscando amarnos aun estando lejos
Hoy nos hemos convencido
Que los árboles no pueden amarse
Que las estrellas jamás estarán juntas
Que nosotros jamás podremos amarnos.
Lima 19 de febrero del 2018