Ven… quédate conmigo esta noche…
una última noche…
no quiero que te vayas aún a los confines del olvido
quédate un poco más…
que mi corazón aún no está listo para soltarte
y verte zarpar hacia las arenas del recuerdo.
Ven… que mis labios aún están sedientos de los tuyos
del néctar de tu boca… de tu aliento fresco,
del elixir de tus pechos y las mieles de tus humedales...
Ven… quédate esta noche…
que mis manos duelen por la falta de tu piel
la calidez de tu cuerpo junto al mío…
Ven… quédate esta noche…
que mi eterno invierno se vuelve más frío
y las noches solitarias siderales se hacen largas…
Ven… quédate esta noche…
que la oscuridad me invade al saber
que la luz de tu mirada se aleja
para iluminar otros caminos…
Ven… quédate solo esta noche…
que el vacío me invade
y me asaltan los miedos indecibles
de comenzar todo de nuevo sin tí…
Ven… quédate esta noche
que mis ojos no están listos
para derramar lágrimas incontables
a nombre de tu ausencia…
Ven… quédate esta noche…
una última noche...
que mi alma ya extraña tu presencia
y no conoce aún de resiliencia,
y yo no me acostumbro
a que mi alma se va contigo…
-. Par