Carlos Hector Alvarez

Tormenta

En la soledad de mi cuarto

La tormenta de las dudas

Arreciaba en los latidos

De mi corazón atormentado

Sentí el frio del desprecio

En mi pobre  alma desolada.

En el jardín, el temporal

Las plantas y las flores, desolaba.

Con los truenos, su voz escuchaba

Diciéndome adiós entre burlas

Y crueles palabras maldicientes.

Los refucilos al resplandecer

Eran sus ojos ardientes de pasión

Que miraban con odio y con rencor.

Mi entristecido y yermo corazón

No podía comprender la razón

De tan despiadada reacción.

La amé cuando sola se encontraba

Y en mis brazos la cobijé con  sus pesares

Estaba apesadumbrada y triste

Y la alegré con mis caricias y palabras

Agradecida y confiada se entregaba.

Hasta que un día sin pensarlo renegaba

Y me insultaba sin justificación

Se fue dando un portazo y enojada

Pensé que algo feo la alteraba

Y que volvería con una explicación

Nada de eso hasta ahora  sucedió

Su amor fue una tormenta de verano

Que se armó al fuego del dolor

Y se disipó al instante con el sol.