Oh preciada soledad,
Tu que con tus fríos mantos color gris no me dejas escapar de ti,
Aunque admito que hay días en los que te necesito,
Espero que un día me pueda alejar sin saber nada de ti,
Para poder vaciar ese closet cerrado, cerrado para no ver
Que contienen las prendas de alguien que ya no está,
Para poder tirar ese sillón, ah ese maldito sillón
Que se encuentra frente a ese viejo televisor desconectado,
Poder limpiar la mesita de noche, si, aquella donde se encuentra
Ese cenicero sucio lleno de colillas, cenizas y telarañas,
Para poder acabar ese libro, aquel libro de poesía viejo y descuidado
Que está marcado con una rosa prensada entre las páginas
Guardando un bello mundo lleno de emociones y sentimientos,
Para poder cerrar esa ventana, la única ventana de mi casa
Que está mostrando aquel bello pero desértico manto de nieve de invierno,
Para cuando vuelva a abrirla encontrar tras ella un hermoso amanecer de primavera.
Así que espero poder decirte adiós mi querida soledad,
Aunque sepa que me volverás a atrapar, pero estoy preparado,
Preparado para tener que llorar cada noche
Intentando escapar de tu manto que me intenta sumir en la oscuridad.