Paciencia de pescador
Que noche más hermosa y llena de luceros.
Recuerdo aquella, en que caminaba por la costanera,
con el único fin de descansar mi espíritu.
Vi tu figura grácil, caminar despacio, mirabas nada y lo observabas todo.
Te seguí con la vista, presentí un ser interesante,
una mujer tranquila, libre de conflictos,
sin más afán que caminar el mundo.
Hacia calor... ese calor pegajoso que deja un día de sol radiante.
No caminabas... danzabas...
Tus caderas tenían cadencia de reloj suizo... tic tac... tic tac...
Tu cabello al viento, la cabeza erguida, que donaire.
La fuerza de atracción te hizo voltear a mirar,
sonreí, sonreiste... pero seguiste la marcha.
Aspiré fuerte, llené mis pulmones de aire fresco,
esperaré, sé que volverá, paciencia de pescador...
Has pasado religiosamente cada noche,
cada día, cada semana, hoy será la última vez,
hoy te diré... que te amo, que te quiero en mi vida,
esta noche... serás mía, con la luna por testigo,
tu sonrisa diaria, me ha dicho que así lo quieres,
presiento que la felicidad, hoy viene adherida a tu piel,
esta noche beberemos en el cáliz del amor… la vida.
Ron Alphonso
20 de febrero de 2018