Como todas las noches,
en mi cuarto alquilado,
lleno mi vaso
y bebo.
Bebo solo, mamá.
No quiero que lo sepas;
tu hijo es un borracho,
un nada, un haragán.
Me crees realizado,
con amigos y amores;
esa no es la verdad.
Con el alcohol
olvido y lleno mi vacío
de falsa realidad
París en primavera...
el dulzor de las lilas…
las bellezas del Sena,
me lastiman,
me duelen,
me torturan ¡Mamá...!
es mejor que no sepas
que yo también
me anulo y
bebo, bebo y bebo,
como hacía papá.