“Aprender a vivir sin amarte no era mi opción”
Vine a esta vida para amarte… y te amé,
deseé dormir para soñar contigo y soñé
y ya hasta a ser poeta por ti me atreví.
Me fijé la hermosa meta de amarte yo
y presentía a la vida repitiéndome “no”,
pero yo obstinado respondiéndole “sí”.
Era mi privilegio amarte y sí… te amé,
chance así como ese no lo desperdicié
y de amarte me sentí siempre capaz.
Donde había tormenta llegó la calma,
te nombraba apasionado en mi alma
y con todas mis ansias… te amé más.
Me prometí amarte y decidido te amé,
tantos versos de repente para ti creé
y alcancé a sentirte allí en mis escritos
con poemas bellos y todos especiales,
sentimientos como brisas temporales
ya convertidos en tornados infinitos.
Vine para amarte, sabes, para eso nací,
con la maravillosa misión de amarte así
sin opciones en mi alma para el olvido.
No existen alternativas, tan sólo amor
y si acaso este sentir necesita del color,
entonces en pintor me verás convertido.
Te diré ahora y otra vez al amor invoco,
encontraré gente mirándome como loco
pero al morir serás mi verdad más sentida.
Amor era mi demencia, el amor me atrapó,
el poeta orate tan enamorado de ti te amó
y para ello, siempre se le hizo corta la vida.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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