Franky De Varona

ANOCHE

 

 

 

 

 

Anoche pensaba en ti... trataba de coinciliar mis dudas entre las horas perdidas y un febrero que escapa al calor del invierno

Hurgué en los recuerdos 
que como un peligroso rompecabezas se hacian íntimos en los lóbulos simétricos de mi mente... azaharosos descalabros de un misterio 
en la más lejana utopía

Y busqué entre las anaranjadas viñetas que aparecián en mi atiborrada pantalla de fatuas sombras... tu adicta figura

Procuraba una palabra pequeña 
que al menos me dijera algo importante, quizás que me hablara al oido todo eso que esperaba, de unos labios ausentes, debajo de un flamboyán... lejos de la transparente noche

Y no llegabas... huías como una huella irreconciliable con la inequívoca muerte de una sombra

Parecía que la inmensa madrugada
era indiferente en su cristalino manto 
de luces, en espera 
de un coleccionista de estrellas

Desesperado fuí en busca de tu ausencia entre las nieblas acorraladas de un fugaz rezo

Pensé que habias robado mi último poema,¡no! aun estaba ahí, incolume, esperando que lo leyeras

Quizas inmerso en otra realidad, 
abrí aquel libro tan nuestro refugiandome en la soledad de cada verso, con un verbo que aletargado equivocaba su ruta... robaba las horas al vacío, observando al interminable techo de la luna como se alejaba de mi lecho

Y aquella blanca poesía... no la encontraba, habias hurtado cada párrafo, cada página

Solo quedaba aquel, nuestro libro desecho, en una desesperada Solitud, olvidado en el adultero desprecio de una ausencia

Entonces, esperé al alba con su cántico de azul brillo, en un oblicuo sesgo en el retal de la indiferencia... cerré para siempre nuestro libro y rompí nuestro poema.