Quisiera ser, inspiración divina para el alma.
Pero en mi, la tranquilidad se desarma.
Pero sigo insistiendo aun con dolor.
Mis manos, ya no escriben lo suficiente.
Para que mis ojos, vean las cosas diferentes.
Y si no hay inspiración, no hay amor.
Mis pies recorren y siguen algun camino.
El sueno no tiene rumbo, ni destino.
En la esperanza me refugio, soy un morador.
Me alimento, de sinceras palabras.
Por que en la realidad que vivo, es amarga.
Por eso en mi fantasía soy un verso, lleno de vigor.
Perdidas están mis musas, perdida esta mi luna.
Solo en mi interior logre formar, hermosas dunas.
Y no sirve culpar a mis versos, por mi dolor.
Ya no abra oportunidad, ni alternativa.
Suspiro de ira en carne viva.
Quizás por mis musas que aun siguen, a la deriva.