Lugarteniente, mírame a los ojos
y no pretendas dirigir mi pauta.
Has de saber que no soy astronauta
que orbita alrededor de tus despojos.
Nunca me plegaré ante los antojos
asociados a tu doctrina incauta.
Si me tomas por ratón tras tu flauta,
aun no comprendes que soy yo el que escojo.
Jalifa que no mandas ni en tu casa
y persigues administrar mi suerte,
ya ves que yo soy animal salvaje
obstinado en desacatar tu tasa.
Tu yugo embaucador me hace más fuerte,
tómame medidas que te haré un traje.