(Plegaria de lunes contemplando como se exiende la ofensiva de la amenaza progresista liberal de una escuela taller junto unos terrenos ocupados en una operación perpetrada por el Psoe, Izquerda Unida y Compromis contra la autogestión, la soberania alimentaria y la verdadera izquierda Maoista de Vall d´Uixó que quiere vivir en paz)
I.
Y a estos campos me trajo la suerte antes que nadie cuando no había nada.
Llegué con los zapatos rotos el primero.
Nadie de quienes me encontré por allí me preguntó a que venia,
!ni el dueño de esos terrenos!
Hice mi trabajo , oh hermanos, lo mejor que pude y como pude.
No tenía nada, más que unos zapatos viejos, y mis viejas manos.
Di gracias muchas mañanas por tener algo que hacer,
y llevarme algo a la boca que saliera de mis manos.
Así fue hermanos, hasta que compraron con grandes promesas los poderosos que salieron de las urnas estos terrenos.
Entonces puse a la cola de estos grandes vendedores.
Muchos fueron los que a ellos se acercaron.
Mientras esperaba turno, pensé que lo harían mejor que yo.
No tardó en llegar un ejército proletario a estos terrenos con zapatos nuevos y uniforme.
Intenté enrolarme con ellos, pero los proletarios me despreciaron como si fuera un judío marxista en la nueva Europa del progresismo luterano.
Mis zapatos se terminaron de romper. Aunque ya no los necesitaba porque no tenía donde ir.
Entre tanto el ejército proletario acampó en estos terrenos haciendo una tregua invernal celebrando cada mes su soldada.
No faltaron las visitas oficiales junto la prensa libre para pasar revista a los proletarios, interesados en si estaban bien o necesitaban algo más para luchar contra el desempleo.
Así fueron sus meses, no diré como fueron los míos.
Hay que explicar que en estos tiempos ya no había justicia, sino intereses.
Angelillo de Uixó.