Tus recuerdos
sepultados
como tumbas olvidadas
en el viento despiadado
Aun la luz de la mañana
no alcanza la lapida
de mi sufrimiento
Tus recuerdos
son borrados
arrojados al vacío
a la arena ardiente
del sol intenso del desierto
Y aun en el viento sofocante
el centro de la tormenta
no cesa, ni se esparce
solo aumenta, y me disnea
Tus recuerdos
traicionados
con una daga filosa
objeto punzante
que me perfora el alma
y penetra mi interior
y la sangre se derrama
con intenso estupor